Edward POV

Jenny me había acabado de poner en mi lugar. Ella tenía razón y eso era lo que más me molestaba. No tenía derecho. Ella no me había hecho nada, o al menos conscientemente. Estaba pensando cuando algo me llamó la atención interrumpiendo mis pensamientos.

- Sí, se la acaban de llevar al hospital – alguien dijo.

- ¿Sabes qué pasó? – otra persona preguntó.

- No, solo escuché que Carl Fen la encontró inconsciente en el pasillo y llamó a la Sra. Klein quien rápidamente llamó al hospital – le primera persona dijo.

- Pobre Jenny. Espero que se mejore pronto.

- Yo también.

¿Qué había sucedido? ¿Jenny estaba herida? ¿Qué tan herida? ¿Por qué? ¿Qué había sucedido? Necesitaba saber. Me dolía no saber. Entonces me detuve. El que me preocupara tanto por ella sólo significaba una cosa: la visión de Alice se estaba convirtiendo en realidad. Me estaba enamorando de Jenny. No me importaba. Necesitaba saber cómo estaba.

Como era de esperarse, se perdió el resto de la jornada escolar y podía escuchar a Nicole Zune, su mejor amiga, organizándose con otros de los amigos de Jenny para ir a verla más tarde. Yo iba también. Lo bueno es que me enteré que había sido trasladada al hospital de Carlisle.

Una vez que la escuela había terminado corrí (ya que no tenía coche) al hospital. Irrumpí en la oficina de Carlisle.

- Hola, Edward, me imaginé que pasarías por aquí – dijo sonriendo. Levantó la mirada de un documento que estaba leyendo.

-Tenías razón, Carlisle, ¿cómo está? ¿Qué pasó? – le pregunté un poco más ansioso de lo que esperaba.

- Cálmate. Ella está bien. Simplemente se desmayó – dijo Carlisle.

- ¿Por qué? – le pregunté a más calmado.

- Simplemente estaba muy estresada. Un montón de preocupaciones y disgustos. Se despertará en pocas horas – dijo encogiéndose de hombros. Sentí como que podía respirar de nuevo.

- Gracias Carlisle - le dije. Él sonrió y asintió con la cabeza. Me fui.

Jenny POV

El día siguiente, Edward me volvió a ignorar excepto por las veces en que me fulminaba con la mirada.

Así seguimos hasta el viernes. Entonces fue cuando dije ‘Hasta aquí’. Yo no había hecho nada malo. De hecho no había hecho nada del todo…y el iba a entender eso. Mi vida ya era lo bastante complicada.

Acaba de tener una pelea con mi madre en la mañana, tenía que aprenderme 8 coreografías para las clases de danza, no había dormido en toda la noche gracias a my molesto primito y su concepto de diversión el cual consistía en mantenerme despierta con ruidos fuertes y lanzándome cosas (esa era la segunda noche). No había desayunado, agrégale a eso un cinco en historia y tienes la combinación perfecta para mi completo estrés. Estaba a punto de la histeria.

Edward llegó a Calculo a tiempo. Decidí que no era el momento de confrontarlo e intenté intensamente prestar atención a la clase.

Todo era normal y se acercaba el almuerzo. No podía esperar. Por fin averiguaría cual era su gran problema.

-- A la hora del almuerzo --

Estaba platicando con otra amiga cuando los vi entrar. Me disculpé, me paré y caminé hacia él. Tan pronto como me vio su sonrisa despareció. No me importo y seguí caminando hacia él. Cuando por fin llegue a él, paré.

- ¿Puedo hablar contigo? – le pregunté educadamente. De mala gana, se detuvo como si no tuviera otra opción. El resto de su familia se fue sin siquiera mirarme (a excepción de Alice, que me sonrió y yo le devolví la sonrisa).

- ¿Qué quieres? – me preguntó con frialdad.

- Saber cuál es tu problema – le contesté sencillamente pero igual de frío y cortante como él.

- ¿Qué te hace pensar que hay algún problema?

- Mira, Edward, me odias ¿de acuerdo? Cualquiera lo podría notar. Quiero saber por qué. Yo no te he hecho nada – le dije defendiéndome.

- Tienes razón. Sólo soy un patán por naturaleza – dijo encogiéndose de hombros.

- Nadie dijo que no. Pero tengo 3 clases contigo. En las qué estamos juntos de una manera u otra. Por eso quiero saber su problema, y quiero que - si me vas a odiar sin motivo - hacerlo en una forma no grosera. Puede que no sea del agrado de todo el mundo aquí, pero nadie es hostil hacia mí ¿sabes? ¡Y me gustaría que siga siendo así! – dije sin darme cuenta de que había estado levantando la voz hasta el punto de estar casi gritando. De cualquier manera, la cafetería estaba escuchado nuestro argumento y estaba ahora completamente callada eperando la respuesta de Edward.

- Mi problema es…mi problema es…¿sabes qué? No importa. Lo siento, sé que estoy siendo grosero, pero no puedo evitarlo – dijo en voz más baja. Yo no sabía qué decir. ¿Debía aceptar eso y seguir viviendo con él de esa manera? ¿Debería que seguir gritando y haciendo pucheros? ¿Debería ignorarlo de por vida?

- Inténtalo – dije y salí de la cafetería con todos los estudiantes mirándome.

Caminé unos minutos hasta que empecé a ver borroso. Intenté encontrar algo para sentarme, pero antes de que tuviera una oportunidad, la obscuridad se apoderó de mí…y colapsé.

Jenny POV

Después de nuestro pequeño incidente vi salir a Edward y yo también. Caminé hacia mi salón y me senté mientras rogaba por que Edward no estuviera en esta clase conmigo.

Me sentí aliviada cuando comenzó la clase y me di cuenta que estaba sola. Me dio tiempo para pensar.

Tan pronto como se acabó, me dirigí a mi coche sólo para ver a Edward y Emmett salir del edificio por la puerta B, mientras que Alice y Jasper salían por la puerta C. Alice me vio y me dijo adiós con su mano. Le sonreí, me metí en el coche y me marché.

Edward POV

Estaba terriblemente confundido. Estaba analizando todo lo que había pasado en clase de deportes. ¿Por qué se sentía bien? ¿Estaba bien?

Decidí que iría a dar un paseo por México. No había estado allí en un rato. Di un paseo sin dejar nunca el coche, simplemente conduje y conduje hasta tarde. Alrededor de la 1:30 am decidí parar en un hotel. No es que necesitara dormir ni nada, sólo me daba la gana. Además, creo que el coche no tenía tanta resistencia como yo. Me quede como hasta las 3:00 y me fui.

Estaba en casa para las 7:55. Todo el mundo estaba ya listo. Corrí arriba y me eché algo de ropa (que ni siquiera vi) y volví a bajar.

Tan pronto como llegué abajo vi la cara de horror de Alice. Yo leí sus pensamientos preocupadamente y me di cuenta que estaba a punto de hiperventilarse por la forma en que estaba vestido. Me miré a mí mismo. Mi ropa no combinaba. Ni siquiera los calcetines; ambos eran de colores diferentes.

- Alice, déjalo ir, nadie va a morir – intenté, en vano, de calmarla.

- Edward Cullen, ya sea que te vayas a cambiar tu solo o yo iré a escoger algo para ti – me amenazó Alice.

Corrí arriba y me cambié, después volví a bajar.

- Mejor – Alice dijo asintiendo en señal de aprobación. Yo resoplé, puse mis ojos en blanco y salí.

- ¿Dónde? Mi carro está un poco cansado – pregunté.

- ¡Mi carro! – Rose exclamo antes de que siquiera terminara de hablar. Todos nos reímos y nos metimos al carro de Rosalie.

Llegamos a la escuela justo a tiempo. Todos nos fuimos a nuestras clases. Alice caminaba conmigo. He hecho mi elección. Ese día yo sería el chico mas patán del mundo. No me sorprendería si Jenny nunca me hablara de nuevo. Me lo esperaba. Por supuesto que sería difícil las primeras veces durante Cálculo, Química y Deporte ya que estábamos juntos. En consecuencia, Alice no hablaba conmigo.

Seguí así toda la semana, y, como era de esperarse, Jenny mi siquiera me miró de nuevo. Yo podía oír sus pensamientos, y todos ellos expresaban odio.

Alice estaba enojada conmigo y Jasper estaba molesto de que le pusiera en ese estado. No me importaba.

Edward POV

Tan pronto como salí de mi trance, me di cuenta de que el estar aquí no ayudaría en nada. Volvería a la escuela. Nada era diferente. No había hecho nada con Jenny y no lo haría si no quería sin importar lo que dijera Alice.

Mire el reloj. Era un poco tarde para la primera clase pero supuse que no le importaría a la maestra.

Estaba molesto al saber que, en la clase de Química, estaba obligado a sentarme al lado de Jenny que, para colmo, era compañera de mi molesta hermanita, Alice.

Bienvenido de vuelta. Fue el recibimiento de Alice. Ni siquiera me moleste en voltear a verla. Ignoré a todos: a Alice, a mi compañero y a Jennifer.

En cuanto acabó la clase, esperé a Alice por la puerta. Necesitábamos hablar. Le iba a decir que me dejara a mí y a Jenny en paz. Jennifer y Alice estaban hablando y riendo como si ya fueran mejores amigas.

Alice notó que la estaba esperando pero me ignoró y siguió caminando con Jenny hacia su casillero. Resoplé y me fui también rumbo al gimnasio. Odiaba la clase de deportes.

El entrenador Dabber, nuestro maestro de deportes, había ordenado que hiciéramos parejas ya que íbamos a jugar voleibol. Todos se emparejaron y yo me quede solo ya que había un número impar de alumnos en la clase. Perfecto.

De repente, de la nada, el entrenador Dabber me llamó. Caminé hacia él y encontré a Jenny parada al lado de él. ¿Estás bromeando? Ella era mi pareja. Puse mis ojaos en blanco y seguí caminando. Jugamos y podía escuchar sus pensamientos. Estaba deseando que no golpeara el balón y entonces éste me golpeara a mí en la cara por ser un patán con ella. Simplemente me reí entre dientes.

Una vez terminada la clase, los dos nos arrodillamos para agarrar el balón. Pero algo sucedió. Henry Cole y el George Castle se había metido en una pelea. George empujó a Henry con tal fuerza que terminó volando hacia atrás y empujando hacia delante a Jenny haciendo que ella me empujara hacia atrás. Caí al suelo y Jenny cayó encima de mí.

Estábamos tan cerca. Sus manos estaban sobre mi pecho y su rostro estaba milímetros del mío…nuestros labios casi se tocaban. Yo sabía que tenía que salir de allí, pero estaba en un trance, era como si mi mente gritara que me fuera, pero mi cuerpo me ordenaba permanecer ahí.

Ninguno de nosotros se movía, no era posible. Podía oír, en su mente, que ella también tenía el mismo dilema que yo. La necesidad de irse, pero el impulso de quedarse. Por suerte para mí, si no los dos, Henry se puso de pie y rompió nuestro trance.

- Lo siento – dijo estirando una mano para que Jenny la tomara. Ella lo hizo y él la ayudó a levantarse. Tan pronto como estuve libre de nuevo, me puse de pie rápidamente. Tal vez demasiado rápido, pero nadie parecía prestarme atención a mí. Salí de allí. Y corrí…otra vez.

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Hola!

Bien, aquí esta el capitulo (Yay!) Hmm...quiero pedir disculpas y por eso subiré 2 capítulos :).

Porfavor, califiquen y comenten y todo eso.

Los veo pronto.

Besos...CrizZ

Hola!

Gracias a todas las personas que esperaron pacientemente mi regreso.
Porfin tengo de regreso mi computadora. Por desgracia, tuvieron que formatearla. Logre salvar el documento que tenia mi historia.
Todavia tienen que pasar algunos procesos, pero para mañana, con un poco de suerte incluso hoy un poco mas tardecito podre subir el proximo capitulo.
Hasta pronto.
Besos...CrizZ

Hola queridos lectores!

Quiero decirles que, por diferentes motivos, no voy a poder publicar por un rato. No se cuanto pero espero que pronto pueda volver a publicar.

Las razones son que en primera, la computadora en la que tenia mi historia se descompuso asi que no puedo publicar el siguiente capitulo. Ademas, por la tormenta tropical estoy teniendo problemas con el internet y la luz.

Les pido paciencia y les prometo que intentare resolver los problemas lo antes posible para asi publicar prontisimo.

En fin, les deseo lo mejor y...hasta pronto.

Besos y los mejores deseos...CrizZ

..

Oh! Casi lo olvido. Gracias a todos los nuevos seguidores por seguirme y especial gracias a Zuleeiimaa por sus premios (hagan click en el nombre para ir a su blog). Chica, gracias por todo ;).

Ms. Loft (la maestra de Química) abrió la puerta y vi…a quién mas si no al mismísimo Edward Cullen parado ahí.

- Siento llegar tarde. ¿Puedo pasar? – preguntó. Esperaba que la maestra le dijera que no; pero ¿quién le podía negar algo a él?... así que la maestra asintió y Edward entró caminando directamente hacia su asiento.

Al pasar a mi lado ni siquiera me miró a mí, a Stephen o a Alice. Se sentó viendo hacia el frente e ignoró todo y a todos a su alrededor.

Tan pronto como terminó la clase, se paró rápidamente y caminó hacia la puerta antes que cualquiera. Pensé que se iría, pero se quedó ahí esperando algo o a alguien.

- Argh. Odio Química – me dijo Alice mientras recogíamos nuestras cosas.

- Lo sé. Es aburrida – le contesté. ¿Era yo o Alice estaba intentando volverse mi amiga? - ¿Cuál es tu siguiente clase? – le pregunté tratando de entablar conversación. Una nueva amiga no me haría mal y ella parecía agradable.

- Um…Español – me contestó. Yo asentí. - ¿La tuya? – me preguntó. Entonces me di cuenta de algo. No tenía la menor idea.

- Oh. ¡No lo recuerdo! Tendré que checar mi horario, pero lo dejé en mi casillero – dije un poco preocupada. No podía darme el lujo de llegar tarde a clases.

- Pues, vamos – dijo mientras salíamos del salón. Pasamos frente a Edward. Al principio pareció sorprendido…como si estuviera esperando que Alice se fuera con él y hubiera sido remplazado por mí. Rápidamente se compuso y se fue.

Alice me acompañó a mi casillero donde chequé my horario y lo metí a mi mochila por si lo volvía a olvidar.

- Deportes – le contesté leyendo el papel. Una sonrisa apareció en su rostro. No una sonrisa de felicidad, pero una petulante y malévola sonrisa. - ¿Qué? – le pregunté un podo asustada.

- Nada – contestó inocentemente. – Bueno, mejor me voy, no quiero llegar tarde a clase – me dijo. Asentí y se fue.

Cerré mi casillero y caminé hacia el gimnasio, después me metí a los vestidores de las niñas y me cambié a mi ropa deportiva – que consistía en un par de pantalones deportivos Nike color negro, una playera Nike de manga corta, una chaqueta deportiva rosa y blanco y un par de tenis Nike color blanco con rosa – y corrí al gimnasio.

Aparentemente mi pequeña parada al casillero tuvo consecuencias ya que noté que todo el mundo estaba, ya, emparejado con alguien más. Me acerqué a una chica que ni siquiera conocía y le pregunté qué estaba pasando. Ella me dijo que el entrenador Dabber había ordenado a la clase que se emparejaran con alguien para jugar voleibol.

Miré a mí alrededor una vez más para ver si encontraba a alguien sin una pareja. Accidentalmente me encontré con el entrenador Dabber.

- ¡Oh! Señorita Wickliffe; ¡me preguntaba dónde estaba! – exclamó él.

- Si, lo siento, se me hizo un poco tarde – le dije.

- No importa. Bueno, su pareja será el señor Cullen – me dijo. – El único restante – añadió a sí mismo en un susurro que supongo, no se suponía que yo escuchara. Ambos miramos a Edward. El entrenador le indicó con un movimiento de mano que se acercara.

Empezó a caminar con su típica cara de aburrimiento, pero tan pronto me vio y entendió que yo sería su compañera puso los ojos en blanco y se notó molesto. Me estaba enfuriando. No tenía ningún motivo para ser grosero conmigo. ¡NI siquiera me conocía!

Primero, no me habla. Luego, es frío y distante. Después me ignora otra vez y ahora ¡pone los ojos en blanco y se molesta! Estaba oficialmente furiosa. Le mandé una mirada asesina y me volteé para agarrar el balón. Después caminé hacia un espacio vacío y él me siguió.

En cuanto llegó saqué. El boleó y empezamos a jugar voleibol. Odio admitir que varias veces deseé que no la golpeara y que entonces el balón lo golpeara a él en la cara; desafortunadamente era muy bueno, así que nunca ocurrió.

Una vez que se acabó la clase estaba lista para irme. Ni siquiera me molesté en ver a Edward. Nunca hablamos durante la clase. A veces, cuando necesitábamos comunicarnos lo hacíamos por medio de miradas, pero él nunca me habló a mí y yo no iba a hacerlo tampoco.

Ambos nos arrodillamos al mismo tiempo para recoger el balón, pero algo pasó…y fue tan rápido.

Henry Cole, otro compañero, empezó a pelearse con algún otro chico. Éste empujó a Henry y Henry terminó volando hacia atrás. Él me golpeó y caí…¡encima de Edward!

Me di cuenta que lo había empujado a él también y estaba encima de él con mis manos en su pecho y nuestras caras tan cerca que fácilmente podía oler su aliento, su perfecto aliento. Sus labios a pocos centímetros de los míos. Vi el asombro en su rostro y vi (en el reflejo de sus ojos) que yo tenía la misma cara. Una parte de mí me gritaba que lo odiaba y que él también, que estábamos haciendo una escena y que debía ponerme de pie en este momento e irme. Había otra parte de mí que me gritaba lo guapo que era, lo bien que se veía, lo bien que olía, lo cómoda que estaba…

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Aquí está el capítulo. Espero lo hayan disfrutado. Porfavor califiquen, no tardan mas de 2 segundos. Y si no fuera mucho pedir, tambien comenten porfavor. Es agradable saber que a alguien le gusta tu trabajo o el recibir sugerencias o críticas para ser mejor. Gracias.

Besos...CrïzZ

Alice Cullen. Mire de nuevo al frente sólo para encontrarme a una sonriente Alice frente a mí.

- ¡Hola de nuevo, compañera! – dijo ella felizmente. Deseé ser tan entusiasta como ella. Parecía haber consumido mucha azúcar volviéndola hiperactiva.

- Hola – murmure en voz más baja y luego bajé la mirada para mirar mis manos en mi regazo. La oí tomar su asiento y la sentía sonriendo todo el tiempo.

- Entonces…soy Alice, Alice Cullen – me dijo como si yo no lo supiera. Bueno, al fin y al cabo era lo más común y cortés de hacer. Me sentía algo somnolienta y honestamente, el estar al lado de una persona tan feliz y enérgica me hacía sentir incluso más cansada y seria. Era como si su exceso de energía fuera la falta de la mía. Debido a eso me llevó un poco más de tiempo para responder por lo que ella siguió. – Tú debes ser Jennifer Wickliffe – me dijo. ¿Cómo lo supo? Yo nunca había hablado con ella, salvo esa vez en Cálculo y sólo había sido un ‘hola’. La lancé una mirada llena de confusión y ella sonrió, señaló el papel que seguía sobre la mesa y dijo: “lo leí en tu papel.”

- Oh, claro, lo siento. Sí, soy Jenny – dije haciendo énfasis en ‘Jenny’ claramente diciéndole que no me llamara Jennifer.

- Me gusta tu brazalete – me dijo. Miré el brazalete de plata que traía y sonreí.

- Gracias. Amo tu atuendo – la elogié Cualquier cosa se vería linda comparada con estos uniformes, pero su atuendo se veía especialmente bien. Incluso parecía hecho por diseñadores.

- Bueno, parece que solo logró meterme en problemas – dijo riéndose. - De todos modos, los uniformes son horribles, jamás los usaría – dijo Alice con desprecio. – Lo siento – agregó rápidamente al verme.

- ¡Oh! No te preocupes. Sé que lo son. De hecho, todos lo saben, pero no hay nada que pueda hacer, al fin y al cabo solo es un día – contesté encogiéndome de hombros.

- No sobreviviría – dijo. Pensé que bromeaba; pero parecía muy seria. Esperé que no fuera una de esas chicas superficiales que pensaban que morirían si su barniz de uñas no combinaba con su cabello algo estúpido como eso.

La clase empezó y me di cuenta que no había visto entrar a nadie. Supongo que estaba muy ocupada haciendo amistad con mi nueva compañera. Miré a mi alrededor y vi que todos los asientos estaban ocupados excepto por uno. El de mi izquierda. Mala noticia: era el asiento de Edward Cullen. Peor noticia: podía ver a Stephen sentado en el asiento siguiente saludándome con la mano claramente muy feliz de que tendría al menos una clase sin el ‘escalofriante’ Edward Cullen como su compañero.

Al menos 20 minutos de la clase habían pasado cuando alguien tocó la puerta. Me pregunté quién podría ser y vi a Alice sonreír. Ms. Loft (la maestra de Química) abrió la puerta y vi…a quién mas si no al mismísimo Edward Cullen parado ahí.

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Hola!

Lo se, lo se...el capitulo es un poco aburrido, pero ya voy; si les doy toda la emocion ahora...que haré después?

Bueno, cuídense mucho! Besos...CrïzZ

Se me ha informado que no pueden comentar en mis entradas.

Jenny POV

Después de que Edward salió furioso de la cafetería todos se quedaron callados. Todos habían visto la escenita. En las caras del resto de su familia podías ver preocupación, enojo, decepción e indiferencia; pero más que todo…duda.

Después de unos segundos todos volvieron a sus propios asuntos y en la cafetería se volvió a escuchar el ruido de toda la gente parloteando. La diferencia era que ahora todos estaban hablando de ellos. Mi mesa no era la excepción.

- Esa gente es realmente rara – comentó Mark.

- Si…solo sé que la alta rubia es Rosalie Hale…pero, ¿quiénes son los otros? - preguntó Stacy.

- Okay, Dan (el sobrino de la secretaria de la escuela y novio de Lizzie) me dijo todo – Lizzie dijo en un susurro mientras se inclinaba hacia el frente indicándonos que nosotros lo hiciéramos también. Lo hicimos. Parecíamos un equipo de fútbol planeando nuestra estrategia de juego. – Entonces, el chico grande, extremadamente musculoso de pelo negro es Emmett Cullen. Luego, le chica alta y rubia es Rosalie Hale. Ellos, junto con Jasper Hale, el chico alto de pelo dorado miel son estudiantes de último año. El chico de cabello cobrizo es Edward Cullen. Él y la pequeña chica de pelo negro, que se llama Alice, están con nosotros.

- Entonces, ¿todos son hermanos y hermanas?

- No, aparentemente Jasper y Rosalie Hale son hermanos y son los sobrinos de la señora Cullen y aparentemente ella y el señor Cullen adoptaron a Edward, Emmett y Alice Cullen – Lizzie continuó charlando. Mark simplemente respondió con un ‘oh’.

Por lo general no me gustaban del todo los chismes, pero esta vez me encantó. El saber sus nombres me ahorraría la tontería de ponerles estúpidos apodos como ‘El chico de Cálculo’.

Ellos continuaron hablando acerca de no sé qué y yo me empecé a preguntar a donde habría ido Edward y si pensaba volver a clases.

Sonó el timbre y salí corriendo hacia mi siguiente clase: Química.

Fui una de las primeras en llegar. Me sorprendí al ver un pequeño papel en cada lugar con nombres. Busqué el mío.

Lo encontré. Había sido asignada a la mesa de atrás. Estaba preocupada por mi compañero ya que tendría que pasar todo el año con él o ella y… ¿qué si no nos llevábamos bien?

Mientras caminaba hacia mi silla miré alrededor viendo quién ocuparía que lugar. Quedé sorprendida al ver quién sería mi pareja…y también mis vecinos (las personas de la mesa de mi izquierda).

Tomé el pedazo de papel de mi lugar donde podía leerse Jennifer Wickliffe. Me estremecí al nombre de Jennifer. Odiaba mi nombre, sonaba tan serio y adulto…o no sé, no me gustaba. Lo dejé de nuevo en la mesa y me quedé ahí sentando esperando a que todos llegaran.

Me quedé mirando el pedazo de papel al lado de mí. Podía leer…

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Hola de nuevo!

Espero que no esten molestos conmigo.

Aquie esta el capitulo y me compromento a subir el proximo el proximo Lunes.

En fin, disfruten, recomineden, y comenten porfavor!!

Cuidense...besos...CrïzZ